¿Han realizado la evaluación psicopedagógica a tu hijo/a?
Y aunque parezca mentira, hay muchas veces que no nos saben que responder.
Muchas veces nos podemos encontrar con personas que desconocen lo que es una evaluación psicopedagógica y para que sirve, ni tan siquiera, si sus hijos la tienen realizada o no.
¿Quién la realiza?
Normalmente suele ser realizada por el orientador/orientadora del centro.
¿La realizan de oficio o alguien debe pedirla?
Como norma general, debemos irnos haciendo a la idea de que lo que no hagamos nosotros por nuestros hijos, a veces no lo va a hacer nadie, aunque también es verdad que hay centros con muy buenos profesionales que nos ponen todas las facilidades, pero ni mucho menos es la tónica general en todos los centros.
Cuando un niño o niña presenta problemas de aprendizaje, la punta de lanza, es decir la detección suele ser en el aula, por los profesores que son los que pueden observar la dificultad, pero como no siempre todos los profesores pueden estar formados o tener conocimiento de los diversos problemas de aprendizaje, el tutor puede comunicarlo a los padres o consultarlo al servicio de orientación.
También si el tutor no hace nada, pero los padres detectan algún problema pueden acudir al servicio de orientación, a través del tutor o directamente pidiendo cita.
En definitiva, pueden acudir al servicio de orientación los profesores informando a los padres o los padres informando a los profesores, pero si pensamos que el que tenga que hacer algo ya lo hará, lo único que conseguimos es perder tiempo, que en estos casos es fundamental aprovecharlo.
¿Tenemos derecho a tener una copia de la evaluación?
Si, por supuesto. Como mucho, nos pueden pedir que firmemos una petición por escrito, pero tenemos derecho a acceder al expediente de nuestros hijos.
¿Es primero la evaluación psicopedagógica o el diagnóstico?
No es demasiado importante. Puedes acudir a un centro con el diagnóstico e iniciar allí la evaluación psicopedagógica, o por el contrario la orientadora puede pedirte antes de realizar la evaluación que inicies el proceso del diagnóstico. En ese caso te deriivará con una carta al servicio de Salud Mental o Neurología que corresponda.
¿Si ya tenemos otros diagnósticos o evaluaciones psicopedagógicas nos sirven al cambiar de centro?
Normalmente cada centro quiere hacer sus propias evaluaciones psicopedagógicas, pero también es cierto que suelen aceptar cualquier informe o diagnóstico previo para llenar el expediente del niño. Cuanta más información mejor, en ocasiones puede ser para ahorrarse trabajo, en ocasiones para tener el máximo de información, en definitiva cualquier dato es importante.
Lo único importante a tener en cuenta es que si venimos con un diagnóstico de un centro privado, la mayoría de los centros públicos no lo admiten. A veces si como datos para el expediente, pero nada más y de inmediato te derivan al diagnóstico público.
Entonces ¿Para qué sirve el diagnóstico privado? Normalmente para agilizar el proceso de cara a cualquier posible tratamiento o actuación, pero teniendo en cuenta que en los colegios públicos casi nunca servirá ya que no lo aceptarán.
¿Cuanto tardamos en recorrer el proceso del diagnóstico público?
Pues hay que armarse de paciencia, porque te puedes meter en un proceso que puede llegar a un año, en ocasiones más, y eso significa dos cursos escolares, por lo que hay que agilizar cualquier gestión.
¿Diagnosticar es etiquetar innecesariamente al niño?
Hay gente que piensa que realizar un diagnóstico de dificultades de aprendizaje sólo sirve para etiquetar al niño, y que las etiquetas son malas.
Realmente el diagnóstico pretende poner un nombre al problema, porque cuando le podemos poner un nombre, podemos comenzar a ayudar al niño, porque quiere decir que sabemos que es lo que ocurre y qué es loq ue podemos hacer por el.
Las etiquetas no las ponen los padres con el diagnóstico, las etiquetas las pone la sociedad al señalar lo diferente y esas barreras se deben superar donde las ponen, en la propia sociedad que nos rodea.
En definitiva, no somos los padres los que ponemos las etiquetas a los niños, precisamente porque queremos lo mejor para ellos.
¿Qué podemos esperar de la evaluación psicopedagógica?
Normalmente lo que se pretende es medir y evaluar las dificultades de aprendizaje así como orientar a padres y dar pautas a profesores para el mejor manejo del aprendizaje del pequeño.
Las pautas pueden ser indicaciones metodológicas y a veces darle alguna hora a la semana de apoyo con PT o L (Pedagoga terapeuta o logopeda).
¡Y ya hemos terminado?
Ni mucho menos, esto era sólo el principio.
La evaluaciónm psicopedagógica es un trámite casi interno al colegio, es decir que lo que allí se plasme aplica sólo a ese centro educativo y ellos lo gestionan como quieren.
Si el colegio dispone de PT y L permanentes y estos disponen de huecos libres, pueden dar los apoyos al niño, pero si no son permanentes o tienen todas sus horas ocupadas... el niño se queda sin apoyos y dependemos de la buena voluntad del profesor y sus capacidades para aplicar cambio metodológicos.
Entonces, si los apoyos aún no son en firme, ¿Qué es lo que nos falta?
Falta algo que no solemos saber los padres. En realidad faltan dos cosas.
La primera sería la valoración de la discapacidad. En ocasiones, y dependiendo de la afectación que tenga sobre el niño la dificultad de aprendizaje o el TDAH, en el caso que nos ocupa, los tribunales de valoración pueden decidir si aplica o no alguna discapacidad. Lo más importante es que las discapacidades inferiores al 33% no sirven para nada en general, y las del 33% en adelante, nos empiezan a generar derechos.
Y falta también la petición de dictámen educativo que esta la debe elevar la orientadora, pero siempre con la aprobación de los padres por escrito, ya que si la conceden lo que estamos haciendo es meter al niño en una lista (ACNNEE) de alumnos con necesidades educativas especiales (ACNNEE) que te da derecho directo a los apoyos oficiales que te correspondan, los que venían en la evaluación psicopedagógica.
¿Es bueno estar en la lista ACNEE?
Depende como lo mires, tiene sus cosas buenas y menos buenas. En general es mejor estar que no estar, porque los centros están obligados a darte los apoyos, tanto si los tienen permanentes como si son temporales, es decir ciertos días y horas a la semana. En este caso tu hijo tendría derecho a recibir los apoyos y el centro la obligación de conseguirlos. También los niños con necesidades educativas especiales y dictamen educativo, generan derechos a los colegios, derechos a recibir más apoyos y gestionarlos adecuadamente.
Entonces ¿Cual es la parte "menos buena" de estar en ACNNEE. Pues es cuando intentamos cambiar de colegio, porque los centros tienen estipulados un número máximo de alumnos con necesidades educativas especiales por aula, y si al centro al que optamos ya tuviese el número máximo ocupado en las aulas del curso solicitado, podríamos encontrarnos sin plaza, a pesar de que hubiese libres para alumnos sin estas necesidades.
Además estar en ACNNEE implica que ya no echamos las solicitudes el los plazos y lugares normales, las inscripciones de alumnos con NNEEs van por otro sitio y son gestionadas independientemente del colegio.
¿Y que pasa si en alguno de estos trámites el colegio no nos responde?
Pues que debemos pedir todo por escrito y que nos den una copia de entrada y si aún así no nos responden, acudior al EOEP o a inspección a exigir nuestros derechos.
Esperamos que estas pequeñas indicaciones, no muy oficiales y que han sido aprendidas en el recorrido educativo de nuestros propios hijos os saquen de dudas o mejor aún, os plantéen dudas que podáis ahora si, plantear en los centros.
¿Tiene mi hijo evaluación psicopedagógica realizada?
¿Cuales son los apoyos que se recomiendan?
¿Debemos pedir dictámen educativo?
¿Podemos tener una copia de la evaluación?
Un saludo.
Fuente: Aamndah Alcobendas
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