La función de una intervención psicólogica, psicopedagógica, terapéutica o cualquier otra intervención profesional sobre los niños o los adultos que persiga el bienestar, debería ser siempre la de ayudar a reconocer "raices" o lugares de sustento, y "alas" para volar, y hacerles sabedores de su independencia, su libertad y su entera capacidad de autonomía en todos los aspectos de la vida. Y entonces podremos decir que se ha alcanzado el bienestar y la salud.
Ana B. Taboada. Psicólogo
Num. Col. G-4678
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