Para eso tendremos que saber primero qué es quejarse. La queja tal como yo la entiendo, es la manifestación de una inconformidad, de insatisfacción,…una queja es un lamento, una protesta, debido a que algo del exterior no satisface una necesidad del interior.
Entendido de esta manera, la queja se puede convertir en una opción a la cual recurrir como sistema, cada vez que nuestro entorno no satisface lo que nosotros necesitamos. Adoptado el quejarse como sistema, no es entonces, terapéutico. Recordemos que” terapéutico” significa “lo que cura”, “lo que calma”, “ lo que alivia”. Pensad un momento….quejaros os ayuda a encontrar paz en el interior con eso que os perturba desde el exterior?
Yo creo que no….el quejarse es el recurso fácil para no asumir responsabilidades. La responsabilidad de tratar desde uno mismo el conseguir lo que uno quiere o necesita. Si algo que necesitamos no esté llegando a nosotros, es porque algo estamos dejando de hacer para que esto ocurra. El entorno no está a nuestro servicio, en el sentido de saber cuáles son nuestras necesidades en cada momento, eso solo lo sabemos nosotros, con lo cual, solo nosotros podemos poner los medios para que cada necesidad, obtenga su satisfacción. Y si en el intento de dar esa satisfacción, no obtenemos éxito, la calma y la paz se consigue atribuyendo ese fracaso a que “algo hemos dejado de hacer”, es decir, algo podremos seguir intentando para conseguir lo que queremos. De esta manera, la queja ya no tiene lugar, porque no necesitamos protestarle a nadie, asumimos que nadie tiene responsabilidad en nuestros deseos y su satisfacción, y esto solo nos puede traer paz con nosotros mismos.
Yo soy el artífice de mi vida, yo y solo yo sé lo que quiero y necesito, y yo y solo yo puedo poner todos los recursos de mi entorno a mi servicio para encontrar en él lo que necesito de cada vez. Esto no quiere decir q tengamos que satisfacer todo lo que necesitamos, es lícito que alguien sepa dónde encontrar lo que quiere, y por pereza, miedo, o dejadez, no lo busque….Pero al menos sabe que el no obtener lo deseado no depende de nadie más…sino de uno mismo….y esto da paz, calma, porque uno se sabe dueño y señor de su vida.
Otra cosa es, que encontremos alivio en la descarga emocional que conlleva la queja….pero para esto no necesitamos quejarnos. Me explico: lo que sí es terapéutico y sanador, es la expresión emocional, es decir, cuando algo me molesta, expresarlo, cuando algo me duele, expresarlo, cuando algo me fastidia, expresarlo…
Muchas veces confundimos la “expresión emocional”, con la “queja”, y no son lo mismo. La queja puede ir acompañada de expresión emocional, porque junto a ella podemos expresar enfado, miedo, rabia…pero suele ir cargada de resentimiento y está enfocada en el interior, la queja juzga, sentencia, culpabiliza a otros de cuestiones que son solo nuestras.
En la expresión emocional no culpamos a nadie, nos expresamos, pero al contrario que en la queja, solo hablamos de cómo nos sentimos nosotros, y no nos centramos en el exterior. Es decir, la expresión emocional es el expresar, lo que la interrelación entre el exterior y mi interior me ha hecho sentir.
Por ejemplo:
1.
Exp.emoc.: “Hoy me hubiera gustado que mi amigo Pedro me hubiera llamado. No lo ha hecho, y me he quedado triste porque le echo de menos.
Queja: “El capullo de mi amigo Pedro no me ha llamado, poco trabajo le costaba darme una llamadita”
2.
Exp.emoc.: “Tengo muchísimo trabajo, la verdad es que estoy cansadísimo, y noto que esto me hace estar enfadado”
Queja: “Ya están dando por saco mis jefes, estoy hasta las narices de que me den más y más trabajo”
3.
Exp. Emoc: “ Una amiga a la que quiero mucho, se ha enfadado conmigo y me ha dicho una serie de cosas que me han sentado fatal. Esto me produce una un montón de rabia porque yo la quiero mucho, me ha sorprendido su actitud hacia mi. Me siento muy triste a la vez y decepcionada.
Queja: Mi amiga es una desconsiderada, ¿cómo se atreve a hablarme así?, no me puedo creer que me trate de este modo, teniendo en cuenta todo lo que yo he hecho por ella. No se puede tratar así a los amigos, esto lo pagará caro porque no pienso quedarme de brazos cruzados, menuda falta de respeto hacia mi.
En los tres ejemplos podemos ver que la expresión emocional nos permite descargar emocionalmente sin la necesidad de irnos contra nadie, ni de culpabilizar a nadie, mientras que en la queja, siempre encontramos a un culpable de lo que nosotros estamos sintiendo…y en algunos casos, ni siquiera somos conscientes de lo que sentimos, porque desviamos la atención, y estamos muy ocupados en responsabilizar a otros de nuestras cosas.
En la expresión emocional, podemos obtener paz y alivio, porque descargamos la energía que necesitemos descargar, y no nos quedamos insatisfechos, porque nos sabemos susceptibles de poder dar solución a cualquier asunto que nos ataña.
En la queja, nunca nos quedamos a gusto, porque no terminamos de descargar realmente, más bien nos cargamos de ira, de enfado, de sentimientos negativos que no obtienen una sanación. Cargamos a otros con la “culpa” y de este modo nos hemos desahuciado definitivamente, dado que si consideramos que la responsabilidad de lo que sentimos es de otros, también estamos dejando a merced de los demás nuestro propio bienestar, y de este modo no tenemos las riendas nosotros, sino las circunstancias y los deseos de los otros.
En definitiva, expresarse si, quejarse no. Expresémonos más y dejemos de quejarnos. Utilicemos toda la energía que perdemos a través de la queja, para conseguir lo que realmente queremos.
Ana Taboada. Psicólogo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario